viernes, 21 de junio de 2013

Fin de Semana

Por fin, ¡Semana Santa! Era Sábado de Gloria, y por supuesto a vacacionar, mínimo -salir de paseo con la familia-, y eso hicimos. Todos nos pusimos de acuerdo; tíos, tías, primos, hermanos, hijos, y hasta mi abuelita.

 Decidimos ir a la Bufadora, así que nos alistamos e iniciamos el viaje. Todos estábamos felices, bueno casi todos, ya que mi primo quería regresar antes de las cuatro a  Tijuana, para ver el partido, mientras que mi hermana estaba molesta porque quería ir a la playa.

   Por otra parte, mi niño me decía, en todo momento; ¿Ya vamos a entrar al agua mamá? Y yo le respondía, -si mi amor, ya casi-, pero al momento de llegar, me di cuenta de que no podíamos entrar al mar, por lo tanto, mi hermana estaba aún más molesta. Ella no resistió y se metió al mar, con su niño, para esto; las personas encargadas de vigilar, observaron lo que sucedía y le dijeron que saliera de ahí, así que ella tuvo que obedecer, pero no se quedó conforme.

   Yo por mi parte estaba disfrutando del viaje, tomando fotografías, comprando juguetes para mi niño y sobre todo, entreteniéndolo para que no me insistiera, el querer entrar al agua.

   Ya de camino a casa,  realizamos otra parada en Rosarito, para comer. Cada quien ordenó un platillo diferente. Mis tías, pidieron tostadas de ceviche, un primo; quesadillas, otro, Aguachile, y como mi niño quería pescado, -ordené un filete- y comió muy bien. Al restaurante al que llegamos, tenía vista a la playa, así que, mi hermana aprovechó y se metió a bañar al mar, y de igual forma lo fuimos haciendo, uno a uno.

   Al final todos disfrutamos del viaje, sobre todo, mi hermana y mi niño. Aquí, lo importante es,  la convivencia familiar, el poder realizar las actividades que más nos agradan, estando juntos y compartiendo las vivencias con nuestros seres queridos.
  


No hay comentarios:

Publicar un comentario